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El perder este equilibrio pude significar la más trágica de las experiencias, de lo que puedes lograr la mas bella moraleja, inalcanzable para ti, por tu bendito apetito insaciable que busca destruir en todo momento todo lo que has alcanzado.
Es este el temor de perder la rutina, que significa tus logros y un
tiempo de tu vida tan preciado y adorado, lo que apacigua tu hambre no
es tu auto control sino mas bien tu temor.
El apetito en manos del genero: eliges, juegas , opciones mejores o
peores. El silencio no te hace olvidar lo cometido, solo retumba en tu
cabeza como la bola que derribará tu pilar central, que estúpidamente
decidiste elegir, ese el más frágil, como soporte de tu vida para que sea
tu hambre quien lo destruya.